BARROCO FLAMENCO
Bailad caracoles / Santiago de Murcia
Paloteado y garrotín / Murcia / Joaquín Turina / popular
Gallardas y fandango / Francisco Guerau / Murcia
Alegrías / Flamenco tradicional
Marizápalos / Gaspar Sanz
Jota de la costa / Murcia
Fustamberg / Murcia
Marionas / Murcia
Bulerías / Flamenco tradicional / Tomatito
Zarambeques / Murcia
Canarios / Gaspar Sanz
Fandangos de Huelva / Soleá ( flamenco tradicional )
Lanchas para bailar / Anónimo Perú, siglo XVIII
Jácaras / Bonavita
Rafael Bonavita / guitarra barroca
Leonor Leal / baile
Álvaro Garrido / percusión
Este “Barroco flamenco” es un recorrido por algunas de las músicas que durante los siglos XVII y XVIII animaron los bailes y las fiestas de ciudades y pueblos españoles. Son melodías y ritmos que evocan un patrimonio cultural del pasado, pero que tiende a la vez puentes con la música de hoy. Las dramáticas Jácaras – baile prohibido en la época barroca por su fuerza y sensualidad - han derivado con el transcurso del tiempo en las Bulerías del flamenco actual; del mismo modo, fandangos barrocos como los de Santiago de Murcia siguieron su evolución en compositores como Boccherini o Rimsky-Korsakov, y hoy vuelven a sus raíces populares en los Fandangos de Huelva. La melancolía de Marizápalos contrasta con la luz de los Canarios, y la evolución del rasgueado de la guitarra barroca nos lleva a las Alegrías del Cádiz de hoy. En este viaje “de ida y vuelta” en el tiempo, vemos también la transición del Paloteado barroco hacia el Garrotín, en la versión estilizada del clásico sevillano Joaquín Turina, para acabar en su forma popular. Los Zarambeques llegaron a la península Ibérica procedentes de África, a través de las colonias sudamericanas. Y de aquellas colonias provienen también las Lanchas para Bailar, que el misionero jesuita navarro Martínez Compañón apuntara durante su viaje evangelizador por Perú en el siglo XVIII. En la música española, aún los compositores más eruditos e intelectuales, han mantenido el contacto con las raíces populares (pensemos en Granados, Albéniz, de Falla…) y es así como la guitarra barroca suena antigua y actual, popular y sofisticada a la vez. En siglos pasados, intérprete y compositor eran la mayoría de las veces la misma persona, y por ello debe darse lugar durante la interpretación, a elementos improvisados y espontáneos, volviendo a dar vida a esta música que en su época no era “clásica” ni “antigua”, sino simplemente música. Y la gente deseaba oír –entonces como hoy- melodías conocidas, pero también cosas frescas, nuevas, recién creadas. Muchas de estas melodías eran usadas como base para la improvisación, y muchas canciones eran también bailadas. En nuestro caso, Leonor Leal ha creado sus propias coreografías para algunas de estas músicas, integrando elementos de la estética barroca con su experiencia personal, y buscando diversas conexiones entre los bailes antiguos y los actuales. La percusión es, sin duda, tan antigua como la música misma, y en este programa realza los contornos y enfatiza los ambientes que cada momento de música y de baile sugiere.
Rafael Bonavita
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