Música Prima ha editado su primer trabajo discográfico :
Nuevos Mundos. De las músicas indígenas al Códice Trujillo.
La grabación se realizó en el Oratorio de la Iglesia de Cristo (Sevilla).
Producción de Arcadiantiqua / Música Prima, con edición de Lindoro y distribución de Diverdi.
Grabación del disco / fotos : Benito Herrera
" Una figura por reivindicar: la del navarro Baltasar Martínez Compañón (1737-1797), obispo de Trujillo durante el Virreinato del Perú, y más tarde, arzobispo de Santa Fe de Bogotá. Espíritu ilustrado, viajero y protoetnógrafo, su importancia en la historia de la música es más que notable: a él pertenece la primera compilación conservada de melodías populares desde el Nuevo Mundo, y en pleno proceso este de mestizaje cultural. Las transcribió con un ánimo documentalista, cual Alan Lomax pero sin grabadoras; igual que mandó dibujar acuarelas por doquier de los habitantes de las Indias y sus costumbres (y sin ir más lejos, de muchos de sus bailes); e igual que observó plantas y animales, restos arqueológicos o palabras indígenas. En su recopilación, demostró tener una mente abierta y valiente: hete ahí una canción sobre amoríos, un homenaje al rebelde Tupac Amaru II e incluso un alegato en primera persona contra el esclavismo, la tonada El Congo (A la mar me llevan sin tener razón, dejando a mi madre de mi corazón). El ramillete que ofrece Música Prima, desde mi barroca Sevilla, se enmarca entre otras piezas americanas: de la famosa chacona oaxaqueña de Juan de Arañés, la más antigua conocida (de 1624) –y muy de actualidad, pues Alex Ross parte de ella para hilvanar uno de los ensayos más brillantes de su nuevo bestseller– a la contradanza La Libertadora, ya decimonónica, que puso banda sonora a la entrada triunfal de Simón Bolívar en Bogotá. Y entre villancicos en castellano, plegarias en nahuatl y danzas varias, destaca, ante todo, el nostálgico Jalecuma guahibo del Orinoco, acaso extraído virgen de Los pasos perdidos de Carpentier. Tanto la interpretación como la toma de sonido gozan de una florida y fecunda naturalidad, especialmente afortunada en el canto sin impostación de Francisco Orozco. Otro acierto más del sello Lindoro."
Pablo del Pozo / Diverdi
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